La Inteligencia Emocional aplicada a los procesos personales y profesionales es imprescindible, el desarrollo de capacidades emocionales como la autoregulación potencia nuestros conocimientos técnicos. Saber implicarnos en los procesos y cómo hacer partícipes a los demás en los proyectos que nos plantea el trabajo o la vida, marcan nuestro destino. Saber manejar la duda, la inseguridad, el estrés, la sorpresa, la incertidumbre marcan la diferencia en nuestro rendimiento y satisfacción diaria. Conocer nuestros patrones de comportamiento nos permite adaptarnos al medio con el máximo de nuestra capacidad.
La emoción es un proceso psicológico adaptativo; sin el reconocimiento de nuestro propio estado emocional y la regulación del mismo nos comportaremos de manera inadecuada, es por tanto la inteligencia emocional un conjunto de habilidades que nos permiten relacionarnos mejor con nosotros mismos y con el medio, esto mejora nuestros resultados, y es la clave para alcanzar sueños de manera saludable
Detrás de una conducta adecuada, agradable, positiva y una mente que supera limitaciones está un ser inteligente que tiene habilidades cognitivas y emocionales.